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DESENTRAÑANDO EL VÍNCULO FAMILIAR EN EL TEJIDO DE MI RELACIÓN

Esta es la historia de como fui a constelar la relación con mi pareja y acabé descubriendo que, en mi relación con él y mi familia tenía un papel primordial.

 

Quise constelar la relación con mi pareja, ya que sentía que estaba proyectando en él, cosas de mí misma que no me gustaban y sentía que eso le provocaba dolor a él y así me lo había hecho saber. Sentía que, aunque lo habíamos hablado, no podía controlar mi modo de actuar con él.

 

La meta que buscaba lograr en la constelación era aprender a respetar su espacio y a tratarlo como mi pareja, algo que cada vez sentía que hacía menos. Tenía la sensación de que no estábamos en el mismo punto, que siempre acababa posicionándome por encima de él y buscaba el equilibro y respeto hacia él.

 

Durante la constelación pude verme triste, sin energía y con dolores. La aparición de mis padres dio un giro al problema. Me vi enfadada con ellos, sin haberles dicho lo que sentía por su parte. Mi padre había fallecido hacía tiempo y la relación con él no era buena. Con mi madre tampoco lo era.

 

Al principio me negaba a hablar con mis padres, me sentía muy enfadada con ellos y no les quería dar protagonismo, ya que no lo merecían.

 

Al rato, fui viendo como su presencia me desestabilizaba tanto emocionalmente que era una señal. Quizás ese sentimiento podría darme respuestas a los problemas con mi pareja. Me veía sola, esperando a alguien que no llegaba. En ese momento, acabé abriéndome a mi madre, pudiéndole decir lo sola que me había sentido siempre, ocupándome de mis hermanos y sin recibir nunca muestras de cariño por su parte.

 

Pude descubrir que el sentimiento que tenía hacia mi pareja, de proyectar en él cosas que no me gustan y sentir que no lo trataba como mi pareja, quizás podía venir de toda la mochila de vivencias negativas relacionadas con mi familia que me impedía cuidar de mi relación hasta que no pudiera liberarse de esa mochila.

 

Logré quedarme en paz, diciendo como me sentía a mi madre, y a la vez haciéndome responsable de mi vida y de mi sentir.